Actividades y Blog
LAS RELACIONES HUMANAS Y LAS EMOCIONES
Las emociones y los sentimientos a menudo interfieren en nuestras relaciones. Vamos a ver un ejemplo:
Pensamos en una reunión de equipo. Juan jefe de Servicio de un departamento, tiene entre manos un proyecto muy importante. Acaban de llamarle desde la conselleria para pedirle que, en el plazo de 2 horas, los envíe un informe detallando todos los pasos dados hasta el momento ya que lo necesitan con urgencia.
Juan quiere aprovechar la reunión de equipo para pedir a todos sus colaboradores que, rápidamente, gestionen la información de su parte del proyecto para tener el informe listo. Pero a la hora de empezar la reunión, falta Antonio, uno de los miembros más antiguos del equipo.
El Antoni llega media hora tarde y se incorpora a la reunión haciendo bromas. En Juan nervioso, porque el tiempo apremia, al ver que ni siquiera pide disculpas se siente enfadado. Ahora bien, en Juan puede elegir:
Puede dejar que las emociones lo controlen y demostrar su enfado ante l'Antoni y el resto del equipo.
O puede pensar que seguramente l'Antoni, que suele ser puntual, ha tenido algún problema de tráfico y, como no sabía de la urgencia del informe, ha entrado, como siempre, haciendo bromas.
Debería haber pedido disculpas, pero en Juan podría pensar, que esta actitud de Antonio no lo habría molestado de no ser por el "marrón que les acaba de caer" y que hay que resolver cuanto antes.
Si Juan es consciente de que puede elegir y se pregunta qué quiere conseguir, se dará cuenta que lo más eficaz en este momento es no enfadarse con Antoni.
Sí, tenemos el poder de decidir. A menudo no sabemos todavía elegir cómo nos sentimos, pero sí podemos elegir cómo actuamos.
El objetivo de Juan es entregar el informe en el plazo de una hora y media y un enfado sólo retrasará las cosas.
El ejemplo puede parecer muy obvio, pero no lo es. Generalmente no nos planteamos que queremos conseguir con nuestra actitud o para qué hacemos las cosas y, al no hacerlo, nos dejamos llevar por las emociones.
Hacemos todo lo que sea en nuestras manos para conseguir resultados satisfactorios en nuestras relaciones humanas aprendiendo a hacer lo que hay en cada momento, quedarnos quietos y dejar que las cosas pasen es la forma más fácil de no obtener resultados.
Por ello en este año nuevo que comienza, miramos ir aprendiendo a ser hábiles y no dejarse llevar por las emociones que sentimos, sean de desánimo o de exaltación.
asunción Salado